Reintegro de Trabajadores de Camposol

Este 30 de abril no es un día más. No es una fecha para simples conmemoraciones vacías, es una jornada de lucha viva, de memoria activa y de reivindicación. Mientras algunos intentan despojarla de su contenido transformador, desde la Unión de Trabajadores Rurales y Agroindustriales del Uruguay (UTRAU) reafirmamos con fuerza que este día representa la dignidad de los que pelean por sus derechos y la urgencia de las batallas que aún debemos dar.

Una vez más, nuestros pasos nos llevaron al departamento de Salto, tierra de historia obrera y organización popular. Allí, frente a la sede del Ministerio de Trabajo, la UTRAU se hizo presente para acompañar y representar a 200 trabajadores rurales despedidos de forma arbitraria por la empresa CAMPOSOL. Apenas 15 días después de haber iniciado la zafra, fueron echados sin justificación, como si fueran descartables, como si sus derechos y su esfuerzo no valieran nada.

Denunciamos con firmeza este atropello. Lo señalamos como una muestra más de la prepotencia patronal y de la impunidad con la que opera el capital en el medio rural. Exigimos el reintegro inmediato de todos los trabajadores y el fin de la precarización laboral.

El modelo agroexportador, sostenido con manos obreras, sigue generando ganancias multimillonarias a costa del sacrificio de quienes producen la riqueza. Pero la clase trabajadora rural no está sola. La UTRAU está firme, organizada y decidida, porque no hay justicia social sin justicia en el campo, y porque la lucha por los derechos laborales es, también, una lucha profundamente política y clasista.

Este 30 de abril es, entonces, una jornada de memoria, de acción y de conquista. No puede haber celebración mientras haya compañeros despedidos, mientras se sigan violando derechos elementales, mientras algunos crean que pueden decidir sobre nuestras vidas sin consecuencias. Hoy no es un día más para el trabajador rural: es un día de combate, de unidad y de dignidad.

Porque sin Trabajadores Rurales no hay producción, no hay alimento, no hay futuro. Y porque cuando tocan a uno, nos tocan a todos.

Tras una intensa negociación en la sede del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en Salto, y luego de la firme postura asumida por nuestra organización, se logró revertir los despidos. Todos los trabajadores fueron reincorporados. Esta victoria no fue producto del azar ni de la buena voluntad empresarial: fue el fruto de la lucha sostenida, de la convicción colectiva y de la fuerza de los trabajadores organizados.

Queremos destacar especialmente la participación del compañero Juan Carlos Albano, Presidente de la UTRAU, quien estuvo presente durante todo el proceso, acompañando a los trabajadores desde el primer momento, liderando con compromiso, claridad y firmeza cada paso de esta pelea.

Por eso, este 30 de abril, en el Día del Trabajador Rural, no solo conmemoramos: celebramos una victoria que nos llena de orgullo y nos renueva las energías para seguir construyendo justicia y dignidad para quienes trabajan la tierra.

La lucha sigue. La UTRAU está en la calle, con el pueblo y por los que luchan.